Al hacerlo, y quedando diez días para la final de la Champions League, el Chelsea se convirtió en el primer equipo en ser el vigente campeón de los dos títulos continentales, la Champions League y la Europa League, siendo también el primer equipo en conseguirlos de manera consecutiva y llegando al selecto club (formado hasta entonces por la Juventus, el Ajax Ámsterdam y el Bayern München) de los ganadores de los tres títulos de la UEFA (sumando a los anteriores la Recopa de Europa).