San Mamés fue un mártir que fue arrojado a los leones, de ahí que a los jugadores del Athletic se les conozca con el sobrenombre de los leones. Josu Urrutia realizaría entonces uno de los fichajes más sonados en los últimos años del Athletic al abonar la cláusula del defensa de la Real Sociedad Iñigo Martínez, que ascendía a 32 millones de euros.