A raíz de la transferencia, Morgan Andersen, que tenía una condena anterior por falsificación de documentos oficiales, fue declarado culpable de fraude y de hacer acusaciones falsas y da un año de prisión suspendida por un tribunal de Oslo. Chelsea hizo una afirmación del Tribunal Superior de 16 millones de libras contra el Lyn Oslo y Andersen tras la condena, alegando que el acuerdo acordado previamente no era vinculante como «la transferencia se basó en una declaración fraudulenta, ahora demostrada por un tribunal de justicia».