Sin embargo, el ex extremo del Chelsea, Clive Walker, inspiró a su equipo a ganar por 3-2 en Stamford Bridge, para así sellar una victoria por 5-2 en el partido de vuelta, el cual fue seguido de un motín; el juego continuó con la policía montada y con aficionados en el terreno de juego. El espíritu del equipo comenzó a desintegrarse después de que Hollins cayó en discusiones con varios jugadores clave, en particular Speedie y Spackman, camisetas del chelsea quienes fueron posteriormente vendidos.