Mientras el Athletic vivía su particular transición natural, en la que los más veteranos abandonaban el club y llegaba savia nueva de la cantera, San Mamés se preparaba para recibir el Mundial de España de 1982. El estadio bilbaíno vio así su última gran remodelación. En la liga se tuvo que conformar de nuevo con el subcampeonato. El Athletic volvió a hacerse con el título copero por cuarto año consecutivo, esta vez ante el Madrid F. C..